CÓMO TRANSFORMAR TU VIDA EN UN JUEGO

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Si quieres transformar tu vida en un juego, estás en el sitio correcto. No te hablo del FIFA (juego de futbol) y otros juegos de tiros.
Te hablo de los videojuegos de «vidas paralelas» WOW (World of Warcraft) es uno de ellos. Son juegos de rol donde encarnas un personaje con una habilidad que irás desarrollando a través de numerosas misiones y aventuras. Suena interesante para muchos y, tal vez, aburrido para otros.

Lo único en común es que están inspirados en la vida real. Por lo tanto, tu y yo estamos dentro ya que nos toca a todos vivir la vida real.

La Vida Real, ¿Qué es?

Como lo hemos hablado antes en otros artículos, tu vida es el resultado de lo que percibes. Si decides ver tu vida de una cierta manera, así la vivirás. Y si decides verla de otra manera, entonces, así será también. Imagínate que eres un personaje de un videojuego y que tienes por delante un mundo por explorar:

¿Qué harías?
¿Te quedarías en el mismo sitio donde has llegado?
¿Explorarías tu entorno?
¿Irías al final de ese mundo?
¿Te preguntarías en qué consiste el juego?

Verás que en el videojuego, si no haces nada, entrarás rápidamente en el aburrimiento y probablemente no jugarás nunca más. Por lo tanto, los desarrolladores del juego crearon una historia con metas y misiones para mejorar tus personajes y dar vida a la experiencia del jugador.

Además hicieron que el trabajo en equipo fuera algo vital para el desarrollo de tus personajes. Con mayor trabajo en equipo, mejor será la evolución de tus personajes. Ahora te pregunto lo siguiente: si aplicases los mismos conceptos que en el videojuego, ¿piensas que tu vida sería la misma?

Te lo puedo confirmar y reconfirmar, llevo años jugando a mi juego favorito titulado «MI VIDA» y es exactamente como el juego virtual. Mejoro mi personaje (YO), mis herramientas, mi grupo, mis habilidades y mucho más…Voy alcanzando mis metas y objetivos. Voy subiendo de nivel frente a mi «YO» anterior.
Resultado: se vive genial y estoy a años luz del nivel de mi personaje del principio.

¿Has jugado alguna vez a un videojuego?

La polémica del videojuego. Déjame contarte una historia. Tuve mi primera consola a los 6 años. Al tener muchos problemas emocionales (niño depresivo, etcétera) mi refugio de placer eran los videojuegos.

Podía evadirme en un mundo mucho más entretenido y agradable que el mundo real. Los juegos que más que me gustaban eran concretamente los de vidas paralelas (juegos de rol).

En su momento no eran nada en comparación a los de ahora. Podía pasar horas y horas solamente subiendo el nivel de mi personaje. Tenía metas, propósitos y tareas que hacer. Terminar el juego era lo de menos.
Lo que más me motivaba era hacer crecer los personajes (que sean más fuertes, más ricos, mejores luchadores, con mejores equipamientos, con mejores poderes…). Sentía bienestar. Me sentía realizado. Estaba muy orgulloso de ver que evolucionaba.

Mi vida se enfocaba en «mejorarme» en ese mundo virtual. Cuando volvía a la vida real (escuela, familia, casa…) era para mí una pesadilla, un malestar tremendo. No vivía la vida que quería y, por su supuesto, me quejaba constantemente (era una víctima).

Pero mientras jugaba era completamente proactivo, tenía una actitud de desarrollo y mejora constante. Cuando perdía, comenzaba de nuevo. Si mi personaje moría superando un reto, lo intentaba de nuevo hasta conseguirlo.
Quería crecer y ser mejor que antes. ¿Y sabes qué ? me funcionaba. Terminé numerosos juegos, llegué a subir a mis personajes al los niveles máximos, estaba súper orgulloso de mis logros.

Pero cada vez que apagaba la consola volvía a vivir la misma vida de «mierda». En mi mente no existía ninguna otra forma de vida mejor.

¿Vida paralela = Vida Real?

Sí, los videojuegos crean adicción. Pero es una adicción proactiva. Al contrario que las drogas, el videojuego puede enseñarte mucho (las drogas también a veces, depende de cómo te las tomes). Gracias a haber pasado miles de horas jugando, dispongo de un desarrollo mental bastante interesante.

Me enseñaron a reflexionar, a tener estrategia, a solucionar problemas rápido, a optimizar recursos, a orientarme, a trabajar en equipo…

Por supuesto que todo eso se podía haber hecho también en la vida real pero que sepas que para tu cerebro es exactamente lo mismo. En lo virtual o en lo real tu mente se desarrolla. Puedo decirte que en el videojuego aprendí la constancia, el esfuerzo, los conflictos de ego, levantarme y una y otra vez después de miles de derrotas, mi fuerza de voluntad, mi deseo de mejorar.

Gracias a los videos he podido desarrollar una mecánica de aprendizaje frente a las nuevas tecnologías. Te escribo ahora mismo desde un ordenador, con un programa, donde luego subiré el contenido online y lo publicaré en las redes sociales.
Podría ser exactamente el proceso de un videojuego ya que es todo digital. También desarrollé un interés por los idiomas. Los mejores juegos en su momento no estaban traducidos, venían en su mayoría en inglés y japonés.

Juega hasta que te mueras

Para mí la escuela es una pérdida total de tiempo. Es lo que llamo la «cárcel de niños». Cuando salí del sistema a los 21 años, me liberé de un infierno para enfermos mentales. Veintiún años son muchos años.

Conocimientos pobres con muy poca utilidad en la vida real, muchas limitaciones frente a tu potencial,  te cortan la creatividad, fomentan la competitividad basándose en nada útil.
Cuántas personas tienen carreras y están completamente perdidas (sin trabajo y con mucho malestar). Te recomiendo leer lo antes posible Libros que cambiarán tu vida.

El videojuego, depende cuál, aporta un mecanismo de reflexión frente a un problema concreto que existe en la vida real. Un Juego como SIM CITY, por ejemplo (excelente juego de construcción y gestión de una ciudad), te enseñará a desarrollar y organizar recursos básicos, gestión de presupuesto, gestión de recursos humanos, estrategia de planificación de proyecto, fiscalidad y creatividad.

El cerebro no distingue la diferencia entre lo real y lo no real. Él simplemente ejecuta y  se desarrolla frente a las tareas. Ahora, es para mí vital equilibrar el conjunto, es decir, equilibrar lo virtual con lo real. Puedes usar el virtual como entrenador mental para luego aplicarlo en la vida real.

En los videojuegos, la parte mental está extremadamente solicitada mientras que la parte física se encuentra atrofiada. Hoy en día estamos comenzando con las realidades virtuales donde, por fin, el físico interviene en la experiencias.

Transforma hasta la mínima tarea en un juego

Transformar tu vida en un juego puede aplicarse a millones de situaciones. Otro ejemplo que me impactó mucho. Hace años, en la autoescuela, recuerdo haber hecho unas 20 horas (como mínimo) de un simulador virtual de coche.

Estaba sentado en un sillón de automóvil tipo deportivo con un volante, pedales, la palanca de cambio de marchas y una pantalla enorme que proyectaba un mundo virtual de carreteras y ciudades. Pues te puedo asegurar que aprendí mucho.

Cuando comencé mis primeras horas de coche real, era muy similar. Había desarrollado un hábito de pasar la marcha, frenar, acelerar, ceder la prioridad, controlar el perímetro y, además, con nociones básicas de tráfico. Si hubiera comenzado directamente desde lo real, probablemente, hubiera tenido que pasar más horas aún y pagar, por supuesto, muchísimo más. Otro punto en favor de los videojuegos.

¿Transformar tu vida en un juego?

Gracias a esas miles de horas jugando, desarrollé un hábito y un tipo de «musculatura» interna. Estoy siempre intentando convertir todo en un juego. De otra forma me aburro. Puedo trabajar para ganar dinero o puedo jugar para ganar dinero.

Jugar, en este caso, sería ejecutar la tarea que debo hacer como un juego y no desde el lado de la obligación como «un trabajo». Todo depende siempre de mi percepción y de cómo me lo voy a tomar. Durante un tiempo trabajé de comercial para una empresa de juguetes.

Era, por supuesto, un trabajo. Decidí vivir la experiencia desde el juego. Me planteaba lo siguiente: ¿cómo conecto mejor con la gente?, ¿cómo se vende de forma más eficiente?, ¿cómo hacer para que las personas elijan mejor sus productos?

Recuerdo que muchos compañeros se quejaban de mi actitud y solía, a veces, recibir críticas por pasármelo bien. Ellos vivían las tareas desde la obligación y no pretendían crecer frente a su día a día. Por lo tanto todo era una pesadilla para ellos.
Tomárselo de forma lúdica da un giro total a cualquier situación presente. De repente verás que puedes aplicar esta noción de juego a todo.

Otro ejemplo. Reservando un vuelo para ir a Japón. Vamos a imaginar que, de momento, no tengo idea de cómo y que soy novato en informática.

Cómo transformar tu vida en un juego

¿Que haría en el videojuego?

Comenzaría a preguntar a la gente a mi alrededor que, seguramente, me indicarían algunos sitios o personas que puedan aportarme mejores opciones. Me desplazaría a esos lugares (agencia de viajes, sitios online, etc.) que luego me reenviarían a diferentes ofertas y sitios.

Vería cuál de las ofertas es la más económica y práctica (casi seguro que la opción online será la más eficiente) pero todavía no tendría idea de cómo comprar mi billete online. Al igual que en el videojuego, volvería a preguntar a la gente del «nuevo entorno». Me contarían algo sobre cómo tramitar los pagos (probablamente Paypal en este caso).

Comenzaría de nuevo la investigación. Crearía una cuenta de pago online y en cuestión de un día tendría mi billete de avión acompañado de muchas más informaciones y experiencias sobre cómo hacer una compra online para el futuro. Me parece un juego excelente y una forma de percibir la vida muy entretenida.

Aplico este método siempre para todo, pero desafortunadamente, suelo escuchar este tipo de frases:

-Hoy estoy fatal.
-Hay que trabajar.
-La vida es difícil.
-Ya verás como la vida te pone en tu sitio.
-No soy bueno en eso.
-Tú qué te crees.
-Como si fuera tan fácil…
-Tú tienes suerte.

¿Os suena? Son frases comunes que solemos escuchar en el día a día (depende de tu entorno, por supuesto. (Leer:¿Cómo atraer gente fantástica a tu vida?). Muchas personas emiten resistencias para aprender algo nuevo porque viven desde la obligación y no desde el juego.

Jugar es algo maravilloso. Al igual que cuando eras pequeño/a y jugabas con tus amigos, puedes hacer lo mismo con cualquier asunto que te propongas en tu vida actual. Intento llevar casi todo a su parte lúdica.

Me encanta aprender y pasármelo bien, hacer que la experiencia sea lo más divertida posible para mí y para mi entorno. Así me desarrollo sin darme cuenta y lo puedo compartir con la gente desde la abundancia. Para transformar tu vida en un juego tendrás que llevar esa mecánica.

Vuelve a recuperar el niño que eras.

A veces, dependiendo del asunto, es más complicado. Mi mente, ego, emociones y sistema de creencias me hacen desconectar de la parte lúdica. Rápidamente intento volver al aspecto lúdico y me lo paso genial de nuevo (requiere mucho entrenamiento).

Recuerdo que cuando era chico íbamos casi semanalmente con mis abuelos al cementerio. Para ellos era un deber, una tarea de la que no podían prescindir (creencia limitante). Limpiar las tumbas, reponer flores frescas, rezar…

Para mí era todo lo contrario; transformé la experiencia en un súper espacio de juego, me escondía, saltaba de tumba en tumba, aprendía nombres nuevos, fechas nuevas, etcétera. La tranquilidad del sitio y el conjunto de estructuras de piedras me parecían súper entretenido.

Ya se notaba que un día iba a dedicarme a ayudar a la gente a pasar su etapa de transición hacia la muerte =)

Ahora mismo, escribiéndote, estoy jugando con las palabras para hacer que el texto sea más interesante, más entretenido. Estoy jugando con las herramientas del programa para presentarte el contenido de una forma más bonita. Y, sobre todo, estoy desarrollando un sistema para poder jugar a este juego en cualquier parte del mundo. Cuando imparto cursos o clases privadas, intento siempre que las personas vivan la experiencia desde el juego.

El proceso de aprendizaje es mucho más lúdico y fácil de interiorizar. Otro ejemplo: cuando voy al supermercado siempre analizo los productos, sus características,  la cantidad, los precios. Comparo cual sería mejor para mi salud.

De repente una tarea simple se transforma en un juego muy interesante de exploración. Muchas personas dejaron de jugar con un niño interior dormido (por no decir traumatizado). Se detecta a kilómetros cuando una persona está en su pena y completamente desconectada de la parte lúdica de su vida.

Tu niño interior es el rey de los juegos

El adulto que somos ha decido tomar las riendas y dejar esas «tonterías».Te equivocas.
Cuando tú lo pasas genial es tu niño interior que disfruta en ti, no el adulto.  Por ser un apasionando del desarrollo personal, intento siempre comunicarme desde una forma lúdica, por lo tanto, los temas densos y tabúes, suenan como algo bastante más ligero y fácil de procesar. Recuerda: soy el personaje de mi videojuego, deseo crecer y mejorarme constantemente por lo tanto disfruto avanzando en el camino y no simplemente dejándome llevar por cualquier tipo de inercia.
Gracias a haber jugado mucho desde chico, he desarrollado la habilidad de transformar mi vida en un gran juego donde el personaje principal soy «YO».

«Yo» con mi salud, «Yo» con mis emociones,»Yo» con mi pareja, «Yo» con mi trabajo, «Yo»con mi mundo.

Si quiero hacer crecer el personaje de mi «YO», debo entrenar y practicar (Leer: Entrénate y Conecta con tu Potencial). De otra forma seguiré estancado en el mismo nivel.

En ningún momento debes dejar tu vida así. Mientras más te dejes llevar, más avanzarás sin saber muy bien para qué. Recuerda: el juego es algo activo, no pasivo.
Puedes decidir tomar las riendas y mejorar tu juego o simplemente quedarte estancado/a. Lo seguro es que un día te morirás y entonces no habrá vuelta atrás.
¿Por qué no jugar al juego de «TU» vida en vez de vivirla como una obligación o tarea pesada? Crea el hábito de percibir lo bueno de cada cosa. Tómatelo como un juego y verás lo bien que se vive así.

Cuéntame en los comentarios cuáles son las partes de tu vida donde juegas y cómo lo haces y cómo harías para para transformar tu vida en un juego.